giovedì 1 marzo 2018

El Panteón, una obra maestra de luces.


El Panteón, una obra maestra de luces.




El Panteón fue creado durante el imperio de Adriano, (118-128 d-C.) cuando fue reconstruido un anterior templo, igualmente dedicado a todo los dioses (del griego pan, todo, y theòs, divinidad) querido por Agrippa, 63-12 A.C., pero destruido por un incendio.




El tamaño de este monumento es dado sobre todo por el espacio interior, un único hueco a planta circular cubierta por una inmensa cúpula hemisférica de dimensiones impresionantes,
tan envolvente de dar la impresión de ser suspendidos al centro de una gran esfera hueca.
Y efectivamente las proporciones son justo las de una esfera: el diámetro del aula, 43,44 m, correspondiente a 150 pies romanos, es exactamente igual a su altura.




El mismo emperador Adriano dijo: "Mi intención es que este santuario por todo los dioses reproduzca el parecido del globo terrenal y las esferas de los planetas." La cúpula tiene que revelar el cielo por una gran abertura al centro, enseñando alternativamente luz y sombra.




El emperador parece querer subrayar justo el aspecto más importante del Panteón: su relación con la luz. Es la luz que crea el espacio interior. Éste es el gran descubrimiento de los romanos. La arquitectura hasta aquel momento no fue muy diferente de la escultura: el tiempo griego o la pirámide egipcia fueron estructuras que guardarse del exterior, no fue permitido entrarvos. Gozó la perfección geométrica, la armonía de las proporciones, pero no fueron como vivibles espacias arquitectónicos.
Con los romanos llega el espacio y con ello la luz que lo estructura. Como Alberto Campo Baeza Architectura escribe sine luz nulo architectura "este" o, todavía, "Si se preguntaran de los consejos sobre como destruir I'architettura, sugeriría de cerrar el anillo del Panteón"


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